Libia, patricia romana, apareció un buen día en el colegio muy triste y preocupada, solicitando nuestra ayuda. sabía que un jarrón muy apreciado por sus antepasados, debía estar enterrado en algún lugar del arenero.
Nos convertimos en improvisados arqueólogos y palas y rastrillos en mano nos dirigimos al patio a realizar nuestra primera excavación. Fuimos encontrando los restos de lo que fue un jarrón. Los limpiamos y nos dispusimos a pegar las piezas, lo que nos recordó a cuando hacemos un puzzle. Algunas de las piezas las dimos por desaparecidas, pero intentamos restaurarlo, para devolverlo a su dueña, nuestra amiga romana Libia.
Para recordar que un día fuimos arqueólogos, hicimos un puzzle con la imagen de nuestro jarrón.
Ya nunca olvidaremos lo que significa ser ARQUEÓLOGO.
(Gracias Libia (Rosi) por colaborar con nosotras)
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